El lanzamiento en Estados Unidos de la cadena de televisión Channel One en la primavera de 1990 en 400 establecimientos secundarios de todo el país constituyó una auténtica revolución comercial. Este proyecto de emisiones escolares con espots publicitarios se debió a Christopher Whittle, un audaz empresario de Tennesee especializado en medios de comunicación que había creado un imperio imaginando nuevas formas de hacer llegar a los norteamericanos la publicidad y el marketing.
“En un mundo perfecto correspondería al gobierno y no a los hombres de negocios ofrecer este tipo de programas”, reconocía en esa época. Afirmaba bromeando que los alumnos estadounidenses creían que Chernobil era un apellido (Cher Nobil), prueba de que necesitaban con urgencia emisiones de actualidad.
En Estados Unidos la publicidad había entrado en las escuelas mucho antes de Channel One. Los alumnos estaban acostumbrados a los tableros con información deportiva patrocinados por Coca-Cola o Pepsi, y a los anuncios en los anuarios o los periódicos de las escuelas. Pero la difusión en los establecimientos escolares de un telediario “especial para adolescentes” causó sensación.
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http://www.unesco.org/courier/2000_04/sp/apprend.htm