La publicidad forma parte de nuestra vida, de nuestra formación, de nuestra personalidad. Aunque no lo pretendamos la masificación de información audiovisual, a través de la publicidad, nos invade y nos acompaña en nuestro día a día. Vallas publicitarias, anuncios televisivos, de radio, en prensa, en edificios, en internet, en camisetas, en avionetas, en un salvamanteles de restaurante, y en cualquier sitio aunque parezca impensable. Podríamos decir que la publicidad es omnipresente pero, ¿nos domina la publicidad?
Ante esta realidad, debemos pensar que parte de ésta nos influye ampliamente, y nos afecta a gran escala de nuestra racionalidad. En este sentido, es importante comprender y conocer esta faceta de convencimiento a través de la publicidad para no entrar en conceptos de manipulación o engaño.
Hacia esta cuestión se tiene que dirigir la educación, tanto la académica como la familiar. Es fundamental que comprendamos que nuestros hijos/as y alumnos/as están influenciados por todos los mecanismos que mueve la sociedad de la publicidad y que, sólo si somos conscientes y críticos, podremos educacar hacia la publicidad como medio y no como método.
Por todo ello, propongo aquí la cuestiones que pueden guiar, inicialmente, mi diario de aprendizaje y de las que espero obtener conclusiones prácticas docentes.
- ¿Podemos emplear la publicidad como metodología didáctica en centros docentes?
- ¿Como puede mejorar la publicidad a la educación?
- ¿Existe una concepción de publicidad educativa?
- ¿Educan las familias a través de la publicidad?
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